Octubre 10, 2022
Se ha demostrado que la agricultura intensiva de monocultivos, basada en productos agroquímicos y en transgénicos, es insostenible y tiene un gran impacto en los bosques de nuestro planeta [1] [2].La Chiquitaníauna región tropical del departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra, se ha visto afectada como nunca antes por sequías severas, causadas por los incendios catastróficos sufridos en 2018-2019.. Vastas extensiones de bosque se quemaron, y cientos de comunidades locales fueron devastadas, al verse afectados su estilo de vida y su fuente de alimento, muy dependientes de los bosques.
Las sequías y los incendios continúan hoy, ligados a la creciente deforestación en la región. Las leyes y decretos del gobierno de Evo Morales (2015-2019) que favorecían la compra-venta de tierras han empeorado la situación, y la expansión de la frontera agrícola sigue destruyendo áreas forestales mediante prácticas de corta y quema. La tierra es deforestada; el suelo, erosionado; y los ríos, secados.
En la Chiquitanía, los ríos, arroyos y lagos están desapareciendo, literalmente. Las presas ilegales construidas por agricultores y ganaderos han secado el río San Lorenzo de tal manera que ya no llega agua a las comunidades. El lago Cáceres (Puerto Suárez) también está secándose. El lago Concepción ya ha desaparecido porque sus afluentes están siendo desviados y contaminados con agroquímicos para soja transgénica. El lago Guapomo, en San Ignacio de Velasco, y el rico en Aguas Calientes siguen recibiendo aguas residuales sin tratar [3].
Las autoridades no ponen el esfuerzo necesario para tratar con el problema. Aunque el mal uso o la contaminación de los elementos del medio ambiente se ha comprobado y confirmado por parte de informes públicos oficiales [4], no hay sanciones ni medidas contra los negocios agrícolas o ganaderos. Estos hechos han obligado a las comunidades afectadas a comprar la poca agua que quedaba para distribuirla entre sus animales y campos.
Sin duda alguna, esta situación es insostenible. El acceso al agua es un derecho humano, y cualquier acción que lo haga peligrar para las comunidades que vivan río abajo es un crimen que no puede quedar impune, y debe ser denunciado.
Fig. 1: Parcela agroecológica secada en la Chiquitanía (Probioma, Agosto 2022).
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
REFERENCIAS:
[1] IPBES. (2019). Global assessment report on biodiversity and ecosystem services of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services. E. S. Brondizio, J. Settele, S. Díaz, and H. T. Ngo (editors). IPBES secretariat, Bonn, Germany. https://ipbes.net/global-assessment
[2]. IPCC. (2019). Climate Change and Land. An IPCC Special Report on climate change, desertification, land degradation, sustainable land management, food security, and greenhouse gas fluxes in terrestrial ecosystems. Intergovernmental Panel on Climate Change. https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/4/2021/02/210202-IPCCJ7230-SRCCL-Complete-BOOK-HRES.pdf
[3] Technical report by Probioma
[4] Inspection report by the Municipality of Santa Cruz de la Sierra.
Cover image: Typical landscape of the Chiquitanía region at San Jose de Chiquitos (David Lazarus, February 20, 2014. CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=61382172).
Preview image: Parcela agroecológica secada en la Chiquitanía (Probioma, Agosto 2022).