Abril 29, 2022
En GreenMarked, estamos comprometidos con divulgar contenido y conocimiento ambiental de calidad. Además de fundar y gestionar un blog ambiental independiente, hemos organizado actividades de desintoxicación digtal y eventos de educación verde. Sin embargo, nuestro listado de actvdades no estaría completo sin mencionarl nuestra campaña de plantar árboles Agrecol Trees en Bolivia, que lanzamos para compensar las emisiones de carbono y apoyar a los productores agroecológicos bolivianos., que lanzamos para compensar las emisiones de carbono y apoyar a los productores agroecológicos bolivianos.
El reto
La agricultura es un factor clave en la huella global de carbonoCon unos niveles de emisiones entre 450 y 500 millones de toneladas de CO2 al año [1], la agricultura europea supone un 1% del total de emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la UE (datos de 2005). Sin embargo, en el computo global, la agricultura y la ganadería junto a las explotaciones forestales, ocupan un total del 24% de emisiones de gases de efecto invernadero (datos de 2010) [2]. Estos números revelan la importancia de trabajar en la sostenibilidad de este sector. Pasar de negocios agrícolas de gran impacto climático a modelos más sostenibles de agricultura, como la agroecología moderna, puede reducir el impacto ambiental que supone la industria agrícola globalmente.
La “agroecología” es un modelo de agricultura que aplica principios ecológicos en el sistema agrícola para que las dinámicas del ecosistema local y las del desarrollo de la explotación agrícola, se integren de manera intrínseca. La agroecología es un modelo más que sostenible, es un tipo de agricultura regenerativa que antes que conservar, apunta a una mejora social, ambiental y económica para las generaciones venideras, y que en la práctica representa la concreción de una acción para paliar la crisis climática.
Fig. 1: : Parcela agrícola urbana con vistas a la contaminación de Cochabamba ((Propia. Enero 2022).
La acción
Desde diciembre de 2022, el proyecto Agrecol Trees preparó una cadena de trabajo que donaba y repartá árboles agroecológicos a las comunidades agrícolas de Cochabamba (región de los Andes bolivianos), bajo supervisión de nuestro socio AGRECOL Andes. Una vez los árboles llegan a las comunidades agrícolas, el líder los distribuye a los miembros de la comunidad que se han presentado voluntarios para adoptarlos. Ellos son unos auténticos guardianes, que plantan los árboles en sus parcelas y los cuidan con cariño y con prácticas agroecológicas que adquieren en en los talleres de AGRECOL Andes. Los árboles crecen sanos, productivos y sin pesticidas o fertilizantes sintéticos.
Cada árbol está en un régimen de co-propiedad con un donante y su guardiánEl árbol se etiqueta con un documento de identidad individual que especifica el numero de donación, la especie, y el nombre del guardian. Cada árbol se geolocaliza y fotografía, y las fotos y los detalles se le envían al donante para que pueda seguir si crecimiento a lo largo del año, hasta que las frutas comienzan a aparecer.
Hemos seleccionado específicamente tres especies de frutales para este proyeto, por sus beneficios ambientales, sociales y comerciales: la chirmoya (Annona cherimola), el aguacate (Persea Americana) y cuatro tipos de limonero (Citrus limon, Citrus aurantiifolia, Citrus × latifolia and Citrus × limonia).
Las chirimoyas son una fruta natica de los Andes bolivianos. Conosidas por su deliciosa fruta, los árboles son relativamente pequeños (5 a 10 metros), pero pueden secuestrar una cantidad considerable de carbono gracias a su denso follaje.
Aunque los aguacates son de las regiones tropical y subtrpical de Bolivia, se adaptan rápidamente y pueden crecer en Cochabamba (a 2600 m.s.n.m) gracias a las adaptaciones naturales de la planta. Crecen hasta los 20 metros, y no pierden las hojas, de manera que pueden capturar grandes cantidades de CO2. Sus semillas se han usado tradicionalmente para tratar dolor de cabeza, y su valor comercial convierte estos árboles en una fuente de ingresos para los agricultores locales.
El limonero no es endémico de Bolivia, pero crece de maravilla en muchas parcelas, jardines y calles de Cochabamba. No pierden las hojas, necesitan un control de plagas mínimo, y producen fruta durante todo el año, lo que los convierte en una solución atractiva para la agroecología, la captación de carbono y las explotaciones agrícolas.
Soluciones y aprendizaje
Desde el inicio del proyecto, nuestras actividades de plantaciones sociales de árboles han plantado de manera exitosa hasta 111 árboles agroecológicos en siete lugares del área metropolitana de Cochabamba. A través de siete pedidos (seis en 2021 y uno en 2022), los árboles de reparten en tres comunidades agroecológicas certificadas, dos escuelas (una de educación secundaria y otra de educación primaria para niños discapacitados), y una residencia y centro de cuidado para enfermos de Alzheimer. Pese a que el impacto ambiental sea limitado, el impacto social del proyecto Agrecol Trees, considerando su micro-financiación, es inmenso. Implicando a 111 guardianes bolivianos y a 68 donantes europeos, la fuerza del proyecto yace en las personas. Los estudiantes y profesores, ancianos y profesionales de la residencia, amigos, ecologistas y productores han decidido compartir la propiedad de un árbol para colaborar con la agroecología boliviana y la lucha contra la crisis climática.
Fig. 2: La comunidad agroecológica certificada “Cercado” en el lanzamiento del proyecto Agrecol Trees en Cochabamba (Propia. Enero 2022).
La voz de la lucha contra la crisis climática
Nelly es una de las productoras agroecológicas certificadas de Cochabamba que se unieron al proyecto Agrecol Trees. Como líder de la comunidad “Cercado”, Nelly coordinó la distribución de 50 plantas a los miembros de la comunidad de dos distritos, Taquiña y Tirani. Entrevistamos a Nelly sobre la agroecología en Cochabamba, sus retos y la historia de como se convirtió en una agricultora agroecológica en el típico sábado de mercado ecológico en el centro de Cochabamba – donde los agricultores y las comunidades pueden vender y promocionar sus productos agroecológicos.
Entiendes las cosas cuando fallas y cuando enfermas. Solía cuidar flores en el Parque Tunari y venderlas en los mercados de la ciudad. Fumigaba mis campos con insecticidas y fungicidas, y contaminaba el Parque que representa los pulmones y la reserva de agua de Cochabamba. Sólo me importaba vender mis flores y ganar suficiente dinero. Cuando enfermé, mi salud y la de mi familia y mis hijos se convirtieron en mi primer y más urgente preocupación.
La salud y seguridad por la familia son, seguramente, uno de los sentimientos más fuertes de una madre. No es una sorpresa que la mayor parte de miembros de la comunidad “Cercado” sean mujeres con historias similares a la de Nelly. Algunas se pusieron enfermas, otras vieron como lo hacían sus hijos, ingiriendo comida llena de químicos e inhalando pesticidas que usaban en el cultivo de flores. En esos momentos ellas y sus familias cambiaron las flores tratadas por vegetales más sanos. Sin contar con cuatro recién llegados, todos los hombres del grupo son hijos de estas mujeres. Como madres, transmiten a las futuras generaciones la importancia de la agroecología y el conocimiento y las prácticas agroecológicas.
“Les hemos dejado una herencia” , declara Nelly.
Hace ya tres años que decidió cambiar las flores por la agricultura agroecológica, empezando el proceso de convertirse en una oficial. Esto implica una serie de papeleos y burocracia en el Sistema de Garantía Participativa (SPG) nacional de certificación, un “sistema de certifica localmente la participación activa de los actores del proceso”[3]. Una certificación PGS se construye con base en la confianza, transparencia, trabajo social e intercambio de conocimiento, que en su conjunto reduce el coste y el tiempo que esta supone [4]. Con el apoyo de AGRECOL Andes, Nelly se embarcó en un proceso de tres años para la conversión de agricultura convencional a agroecológica, y el proceso de certificación PGS, y comenzó a crear un modelo agrícola con otras ex-floristas para el futuro.
En 20-30 años ya no estaré, pero mis hijos y mis productos seguirán aquí. Como mujeres, nuestro trabajo es mantener a nuestros seres queridos sanos, y como productoras, nuestro trabajo es producir de manera que nuestros hijos puedan comer sano y respirar aire sin contaminar. Debemos pensar y cultivar con el futuro presente... y evitar que la urbanización se lleve todo lo verde.
Fig. 3: Nelly (izquierda) y otros miembros de la comunidad certificada Cercado en un mercado ecológico en el centro de Cochabamba (Propia. Febrero 2022).
Aunque Nelly mantiene firmemente el ideal de un futuro con una agricultura sana y respetuosa, y sigue de manera fiel los principios de la agroecología, también admite que su producción sigue siendo muy marginal en Cochabamba y en Bolivia.
Seguimos teniendo un largo camino hasta conseguir un impacto social y ambiental de verdad en la ciudad. Nuestro sueño es promover los mercados ecológicos y distribuir los productos agroecológicos en toda la ciudad. Nos gustaría que los habitantes de Cochabamba supieran más sobre agroecología, que conozcan el mercado ecológico de su ciudad, y que nos conozcan a nosotros. La gente de la ciudad, de la región y de todo el país debe ser capaz de reconocer el valor de los productos agroecoloigcos y distinguir los que realmente lo son, y tienen que saber que los productores agroecológicos solo usamos fertilizantes naturales y pesticidas o insecticidas ecológicos, y que evitamos cualquier tratamiento químico. Es frustrante tener que cumplir todos los estándares agroecológicos y que nadie sepa sobre ello. Nos queda mucho por hacer en cuanto a promocionar nuestro trabajo y generar una conversación pública sobre ello.
¿Qué pasa con aquellos que no conocen el trabajo y valores de la agroecología? ¿Están dispuestos a pagar más por productos más sanos y respetuosos con el medio ambiente y el clima?
Lo cierto es que muchos de nuestros productos tienen el mismo precio que los convencionales. Cuando son más caros es ligeramente y porque valoramos la complejidad añadida que tiene el proceso productivo agroecológico. Primero, porque implica que se cumplan todos los requerimientos del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), el ayuntamiento, y el comité de evaluación ecológico. Segundo, nuestros cultivos son vulnerables a varias plagas vegetales, y a veces tenemos que descartar la cosecha porque no podemos emplear ciertos métodos que se usan en el cultivo convencional. Es desalentador que una plaga afecte a la producción. Como contramedida, decidimos diversificar los productos e incorporar un criadero de pollos y patos. Cuando los vegetales se ven afectados, podemos confiar en las aves.
Para abordar estos retos, los productores agroecológicos necesitan ayuda administrativa para tratar con la burocracia, experiencia y conocimientos agronómicos para lidiar con las plagas, y más publicidad que le dé un impulso a este desconocido método agrícola. Mientras tiene una buena impresión de la ayuda que ha ofrecido la Fundación AGRECOL Andes, Nelly también denuncia la falta de un apoyo sincero de las autoridades locales.
Necesitamos mucha más ayuda por parte de las autoridades para que los resultados sean significativos. La mayor parte de la ciudad no se preocupa por la agroecología. Viven día a día y no se paran a pensar en la salud humana, el clima y el medio natural. La administración pública debería ayudarnos a concienciar sobre la agroecología y a crear un espacio dedicado a ella en los mercados locales. Nos sentiríamos más motivadas si lo tuviésemos, pero estamos lejos de tenerlo.
La perspectiva de Nelly sobre el proyecto Agrecol Trees son distintas.
Recibir los arboles como regalo es una bendición. Nunca nadie nos ha regalado un árbol frutal en mi vida. Lo plantas y ves como crece, y tienes frutos en dos o tres años. Y además añadimos oxígeno a la atmósfera.
Fig. 4: Tres guardianes de la comunidad agroecológica “Cercado” en el distrito de Taquiña – Cochabamba. (GreenMarked y Fundación Agrecol Andes, Mayo 2021).
Como uno de los principales contribuyentes al proyecto, apreciamos mucho las palabras de Nelly. Damos un gran valor a su análisis para dar apoyos concretos a la agroecología boliviana, los productores agroecológicos de Cochabamba, y a la lucha contra la crisis climática global. Como Nelly remarca, este proyecto no solo afecta a la gente y al medio ambiente hoy, también mañana.
Recibimos un limonero, lo plantamos y cultivamos, y vendemos los frutos en el mercado en dos o tres años. . ¡Nuestros hijos lo ven y también quieren hacerlo! También quieren que les regalen un árbol y cuidarlo. Con este proyecto les enseñamos y transmitimos valores agroecológicos para la siguiente generación.
Listen to the original interview in Spanish
Cover photo: Parcela agrícola “sucia” y altamente diversa en el jardín trasero de un miembro de la comunidad “Cercado” (Propia. Enero 2022).
Preview photo: Nelly (izquierda) y otros miembros de la comunidad certificada Cercado en un mercado ecológico en el centro de Cochabamba (Propia. Febrero 2022).