La vigésimo novena Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) celebrada en Bakú (Azerbaiyán) del 11 al 22 de noviembre de 2024, tuvo como principal objetivo acelerar la acción crucial para combatir la crisis climática [1]. Con las temperaturas mundiales alcanzando niveles nunca vistos hasta este año y los fenómenos meteorológicos extremos que afectan a personas de todo el mundo (como la DANA en España), la COP29 reunió a líderes nacionales, empresas y miembros de la sociedad civil para proponer soluciones concretas al problema más importante de nuestro tiempo.
Uno de los temas principales fue la financiación; de hecho, la conferencia fue bautizada como la "COP de financiación del clima", en la que se debatieron los billones de dólares necesarios para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger vidas, asegurando los medios de subsistencia necesarios para hacer frente al empeoramiento de los efectos del cambio climático [2]. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres declaró en su discurso de apertura: "En materia de financiación climática, el mundo debe pagar, o la humanidad pagará el precio[...]. La financiación de la lucha contra el cambio climático no es caridad, es una inversión. La acción climática no es opcional, es obligatoria. Ambas son indispensables: para un mundo habitable para toda la humanidad y para un futuro próspero para todas las naciones de la Tierra" [3].
Al dirigirse a los líderes mundiales presentes en el segundo día de la conferencia, el Secretario Ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático Simon Stiell, no se anduvo con rodeos y afirmó que la crisis climática se está convirtiendo rápidamente en un asesino económico. He aquí un extracto de sus palabras: "El empeoramiento de los efectos del cambio climático hará que la inflación se dispare, a menos que todos los países adopten medidas climáticas más audaces. Aprendamos la lección de la pandemia, cuando miles de millones de personas sufrieron porque no tomamos medidas colectivas lo suficientemente rápido. Cuando se destruyeron las cadenas de suministro. No repitamos el error. La financiación climática es un seguro contra la inflación mundial. Los costes climáticos omnipresentes deberían ser el enemigo público número uno" [4].
Fig.1: Obra de arte a la entrada de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29) en Bakú, Azerbaiyán. Fotografía libre de derechos de Matthew TenBruggencate en Unsplash.
La conferencia fue también un momento clave para presentar los planes de acción climática nacionales actualizados en el marco del Acuerdo de París, que deben ser oficiales a principios de 2025 [1]. Estos deben limitar el calentamiento global a 1,5 °C sobre los niveles preindustriales y servir como planes de inversión para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) [1].
La primera semana, que suele ser la más importante, terminó con múltiples asuntos pendientes y muchas dificultades tanto dentro como fuera de la conferencia. Los resultados de las elecciones estadounidenses, la decisión de Argentina de retirarse de las negociaciones, el incumplimiento de los objetivos del Fondo de Adaptación por parte de los países desarrollados, las tensiones entre Azerbaiyán y Francia y el cuestionable liderazgo de la presidencia azerbaiyana contribuyeron al pesimismo fuera de la capital sobre si la COP29 sería capaz de alcanzar sus objetivos principales, tal y como se han descrito anteriormente [5].
Fue algo alentador que la gran mayoría de los discursos de los líderes nacionales transmitieran mensajes de solidaridad y compromiso, reconocieran colectivamente las importantes repercusiones recientes del cambio climático e hicieran un llamamiento para acelerar la creación de un fondo mundial para la adaptación y la resiliencia.
La financiación climática es un seguro contra la inflación mundial. Los costes climáticos omnipresentes deberían ser el enemigo público número uno.
El Secretario Ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell
Un factor importante que complicó las negociaciones fue la simultaneidad de la COP29, en Bakú, con la reunión del G20 (foro de líderes, ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales), en Brasil. Este hecho tan poco frecuente dificultó la asistencia de algunos líderes a ambas conferencias. Sin embargo, la declaración conjunta del foro reafirmó el "compromiso del bloque con el multilateralismo [...] con el éxito de las negociaciones de Bakú" y con un "crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e integrador" [6].
El apoyo a la financiación de la crisis climática también fue muy fuerte: el comunicado afirma que el G20 "espera que el NCQG (Decisiones sobre un nuevo objetivo colectivo cuantificado para la financiación de la lucha contra el cambio climático) tenga un resultado satisfactorio en Bakú" y, basándose en la reciente declaración del Grupo de Trabajo sobre el Clima, el texto contiene varios apoyos a iniciativas para avanzar en la reforma de las finanzas internacionales, con el objetivo de generar más financiación para las inversiones por el clima y en energías limpias [6]. Sin embargo, a pesar de estas buenas intenciones, no se ha definido ningún plan para la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles y, por tanto, no se ha planificado un camino claro para avanzar en esta cuestión. Es constructivo el compromiso de responder positivamente al llamamiento de las CDNN (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional), los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los impactos del cambio climático, alineados con no alcanzar el umbral de 1,5°C.
Los países del G20 lanzaron nuevas iniciativas para promover el crecimiento de las energías renovables y la eficiencia energética; sin embargo, el informe no recoge la totalidad del acuerdo global de la COP28 sobre un paquete de transición energética que incluye el abandono total de los combustibles fósiles [6].
La propuesta final para el acuerdo financiero mundial ya causaba división y descontento desde los primeros borradores que circularon el último día de la cumbre. «El texto que tenemos ahora... es desequilibrado, inviable e inaceptable», declaró el Comisario de Clima de la UE, Wopke Hoekstra [7]. Las dos opciones tan diferentes que se ofrecieron no dejaron a nadie satisfecho, aunque esto suele significar que al menos se alcanzó un compromiso.
REFERENCIAS:
Pulse aquí para ampliar las referencias[1] https://www.un.org/en/climatechange/cop29
[2] https://news.un.org/en/story/2024/11/1157081
[4] https://news.un.org/en/story/2024/11/1156776
[5] “COP29: IN THE EYE OF THE STORM”, daily briefing from COP29; Global Youth Coalition; 16/12/2024
[6] https://icphub.org/api/api/files/1912
[7] https://www.reuters.com/sustainability/new-proposals-published-cop29-climate-finance-target-2024-11-21/#:~:text=The%20key%20goal%20of%20COP29,caused%20by%20rising%20global%20temperatures
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Imagen de portada: Líderes mundiales de la Acción por el Clima en la COP29. Foto de President.az, CC BY 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=155674286
Imagen previa: Obra de arte a la entrada de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29) en Bakú, Azerbaiyán, el día antes del comienzo de las negociaciones sobre el clima. Fotografía libre de derechos de Matthew TenBruggencate en Unsplash.
Imagen principal: La entrada a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático «COP 29» en Bakú, Azerbaiyán, el 10 de noviembre de 2024. Fotografía libre de derechos de Matthew TenBruggencate en Unsplash.